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martes, 24 de mayo de 2011

Capitulo 11: Daños colaterales


Entre los comedidos que buscan difamarla –le ocurre a todos aquellos que por uno u otro motivo se destacan por su excelencia dentro de la mediocridad del resto-  se hallan los puristas que se ocupan de cuestionar la poca ortodoxia de los medios que Lady utiliza para atrapar a sus perseguidos e imponer sobre ellos caprichosos e impiadosos castigos.



Quienes la defienden a rajatabla argumentan –en cambio- que para imponerse frente a la fuerza de los malvivientes no siempre alcanza manejar métodos más sutiles y prolijos, y que lo que cuenta es, en definitiva, la contundencia de los resultados. Si un criminal es atrapado y castigado acorde haya sido su accionar, poco importa si la sentencia es impuesta por un tribunal legítimamente convocado o por otro, mucho más expeditivo y eficiente, insobornable y monolítico.




Ya sea uno u otro el punto de vista que se utilice para analizar las consecuencias de las cada vez más notables intervenciones de esta dama escurridiza, a la hora de definirla, todos coinciden en que se trata de una justiciera implacable, nunca dubitativa, que castiga sin piedad sólo a quienes en verdad lo merecen y que jamás ha sido responsable de que un inocente haya sido -ni siquiera levemente- lastimado durante alguna de sus intervenciones.



En su accionar no existen los daños colaterales, y eso, en el pragmático e injusto mundo de hoy, es algo como para elogiar y reivindicar.



Por ello, y  a pesar que el anonimato de sus incursiones sigue quedando encriptado entre los pliegues de la noche, el respeto que impone su figura trasciende cada vez más, tanto en el submundo de los marginales como en el cielo de quienes sueñan con ser rescatados.



En una sociedad donde la comunicación ha llegado al grado de inmediatez y globalización que tiene actualmente la nuestra, un hecho extraordinario como el de su cada vez menos cuestionada existencia no puede pasar desapercibido y es por eso que han surgido ya algunos caza fortunas que vienen centrando su atención en confirmar no sólo su entidad real, sino también la naturaleza de los motivos que la impulsan a actuar como lo hace.



Es así como Lady –una épica e inmortal guerrera devenida en misteriosa heroína contemporánea- no sólo debe preocuparse ahora por vengar a quienes sufren los más terribles padecimientos mientras combate en su interior sus propias batallas existenciales. Debe además dedicarse a esquivar las muy molestas intromisiones de esos irresponsables mamarrachos que se inmiscuyen donde no los llaman.



De los eventuales daños colaterales que puedan surgir de esas impertinencias, ella sí –advierte- NO se hace responsable.

4 comentarios:

  1. Muchísimas gracias, Morgana por tu constante compañía y entusiasmo. Como me decís que no has podido dejar aquí tu comentario, lo traigo yo para que se vea.
    Un abrazo y muchísimas gracias otra vez!


    MORGANA dijo...
    Moni,no puedo dejarte comentario en tu otro blog,por lo tanto te digo que Lady Dark es mi ídolo,me apasiona.
    Más besos.

    24 de mayo de 2011 10:03

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  2. veamos: probando...probando...
    uno , dos tres, cuatro ciento ocho ciento nueve
    Monica, nos deleitas siempre con tus aventuras

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  3. Estuve medio desbordada estos días, ni me había dado cuenta de que había estrenado blog vecina.
    Me gusta la estética, ahora cuando cierre el comentario lo recorreré mas detenidamente para ver de que se trata.
    Con respecto a blogger yo he tenido problemas estos días para dejar comentarios, algo raro pasa, espero que mi plataforma todavía funcione.
    Le mando un beso en este día gris, y viva la patria canejo!

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  4. ¿Hasta que punto estar por encima de bien y del mal pueden hacer que su mente se mantenga lúcida y fría?
    Es que es seductor el papel, pero también me da un poco de miedo.

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