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*todas las ilustraciones han sido editadas a partir de fotos halladas en la red.

*la historia es propiedad de la autora del blog y no puede ser reproducida



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viernes, 5 de agosto de 2011

Capitulo 37: De glorias vanas.



Ante la majestuosidad de la Naturaleza, Lady logró comprender desde sus comienzos que en cada rincón del planeta que habitamos una nueva maravilla se asoma esperando ser descubierta y que aún lo más complicado que logra desentrañar de ella el intelecto de los hombres, es nada frente a la magnitud del Universo.

Ya sea en lo grande o en lo pequeño el cosmos se replica una y otra vez en sus leyes y principios y hasta el organismo más diminuto se halla interactuando con justeza dentro de ese delicado equilibrio y el ser humano resulta ser dentro de ello, tan solo una minúscula pieza más dentro de tamaña magnificencia.



Ella supo, desde siempre,  ser prudente en sus aspiraciones y modesta en cuanto a arrogarse poderes en los que bien podría haberse proyectado.  Pero nunca lo hizo. No se dejó engañar por  la gloria aparente en que quisieron montarla algunos aduladores ni se creyó imbatible o extraordinaria aún comandando los más poderosos ejércitos.




La experiencia que le da su extensa trayectoria le ha demostrado con sobrados ejemplos que hasta el más afamado y victorioso de los reyes humanos alguna vez se ha llegado a sentir pequeño frente a la imponente presencia de lo inabarcable, aunque la arrogancia de la humanidad sea capaz de crear la ilusión de poder sin límites y fuerza incontrastable y tras ese velo, más de un imbécil dictador haya pretendido con sus victorias emular a los dioses.




No pocas veces le ha tocado estar presente en esos momentos en que algún invencible comandante cayera con estrépito del trono de su efímera gloria o en que algún pretendido iluminado viera apagarse para siempre los fuegos de su divinidad.


Nunca los finales son –al menos en esos casos- ni ejemplares ni dignos. Más bien resultan ser la patética culminación de simulacros levantados en torno a la vanidad de los hombres que buscan endiosarse en sus ensalzadas hazañas cuando en realidad intentan tristemente disimular su pequeñez e inferioridad.

7 comentarios:

  1. Coincido: los iluminados son los peores. A su lado, la Naturaleza, qué baúl inagotable de belleza.
    Saludos blogueros

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  2. desde cain hasta hitler, pasando por stalin, hemos sufrido de ambiciosos e iluminados. Los salvadores de la humanidad los regeneradores del pueblo, sólo son vendedores de baratijas en los mercadillos populares.
    Abremos aprendido algo?

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  3. primera vez que vengo acá y me gustó mucho la lectura... espero que los capitulos no estén conectados, sino tengo que empezar por el principio y estoy haciendo mal en adelantarme! un besito!

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  4. A la última foto le falta otro "salvapatrias" carnicero, ays perdona que haga de Pepito grillo.
    Es que no puedo con todos aquellos que imponen sus "santa" idea de que lo suyo es lo correcto.

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  5. Ángel, creo que allí faltarían varios...lo que sucede es que no encontré la foto adecuada donde estén posando "todos" jjejejee.

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  6. Hola Mónica,

    Creo que cualquier poder, cualidad o recurso conlleva, siempre, una responsabilidad en su uso.. algo que no suele tenerse muy en cuenta, entre otros, por los humanoides… Más bien potenciamos y aplaudimos el abuso de los mismos… Hasta hemos mercantilizado dicho abuso, convirtiéndolo en fuente y motor de nuestro supuesto desarrollo y bienestar, tanto personal como colectivo… La actual y grave crisis económica y mundial, es buen ejemplo de todo ello… Mucho tendremos que cambiar y aprender (o reaprender), si queremos volver a encontrar ese camino de equilibrio, sensatez y servicio en el uso de nuestras cualidades y recursos… Y mucha ayuda la que vamos a necesitar para conseguirlo..
    Ahí, los superhéroes tienen mucho curro por delante, che.. :)

    Un abrazo

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  7. Así es Neo, la última de las viñetas es absolutamente genial, y desde luego la patetica culminación de la vanidad de los hombres que buscan endiosarse en hazañas, es sin duda, disimular su pequeñez, su inferioridad !anda que no!.... !genial!

    Mil besitos gordotes

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